jueves, mayo 12, 2005

VIDA, BOTES Y OTRAS CUESTIONES

El bote como los remos, siempre estuvieron presentes en la historia a través del tiempo,
desde los años de la creación1 con el Arca de Noé, pasando por los tristemente famosos galeotes del siglo xvi,
donde penados y esclavos remaban en galeras encadenados.

También, diversas civilizaciones los usaron para distintos fines,
y que tiene su toque romántico desde el año 1000 con los gondoleros en los canales de Venecia,
naciendo, a principio del siglo xix, como deporte en Inglaterra,
con embarcaciones preparadas para competencias.

Sin embargo el bote y los remos ván más allá de todo esto; “Es la Vida”.
Se dice; “Se hundió el bote”; cuando una empresa o un matrimonio fracasa, aunque el fracaso deja sus enseñanzas,
de hecho, el marino o el remero, se curten en ríos o mares turbulentos.
-“Hay viento en contra”, cuando todo no vá saliendo como queremos, pero tenemos que seguir, dando batalla,
el remo es el especialista en dar la espaldaa las adversas cirscunstancias.
-“Estamos saliendo a flote”, cuando después de un “ahogo” o un golpe duro, y gracias a la fortaleza, nos vamos recuperando
Es peligroso navegar en aguas tranquilas, porque nos lleva a la rutina y le vida se pone aburrida.
-“El bote está a la deriva”, Hay que encontrarle el rumbo, sIn miedo, hay un Dios que nos protege y cuida, y un Angel que nos guía.
-“Todo va viento en popa”, son momentos, para disfrutar, sin pensar en lo que algùn dìa nos pueda pasar..
-“!Y hay que remar!”, aunque las cosas no salgan como uno quiere, debemos insistir, perseverar, sin desesperarse, con serenidad,
”mordiendo los dientes” y avanzar. y si no es lo de uno cambiar el plan.
Por eso los botes y los remos, son un paralelo poético de la vida.
Así, cuando se nos hunde el bote, siempre vá a ver una luz en el horizonte, que nos vá a sacar a flote,
No dejes de remar, ni de soñar, remar significa luchar, se rema con el alma y con todo el cuerpo,
se rema con sacrificios, voluntad, tenacidad, llorando, transpirando.
Así es el remo, así es la vida, aparte de divina, a veces jodida.
NO DEJES DE REMAR.

Gabriel Alto Caldirola

CARTA DE ALBERTO DEMIDDI, DESPUES DE PERDER LA FINAL OLIMPICA EN MUNICH, EN EL AÑO 1972.

“Hoy quiero averiguar donde està el cementerio mas cercano, para patear làpidas y tumbas durante algunas horas, y si me caigo por ventura en alguna fosa abierta, mejor que mejor.
Hoy habìa un tipo que anduvo mejor que yo, que me encontrò con un estado fisico superior al de otros años, que no obstante me gano sin atenuantes. Esto es lo que me quema por dentro y me destroza el corazon.
Si al menos hubiese tenido la oportunidad de atribuir mi derrota, como una orza desviada, una colitis, un golpe muscular, o una partida en falso, quizàs habria de donde tomarme para no sentir esta horrible depresiòn.
Pero me ganò bien, aguantando palmo a palmo toda la pequeña diferencia que me descontò a partir de los 500 metros. Cuando llegò un segundo y fracciòn antes que yo, vi que diò un grito ahogado que le saliò del alma, y que traslucìa claramente su estado de ànimo y toda su felicidad.
Creo que por sobre todas las cosas, el ansia de revancha satisfecho al cabo de 2 años donde lo habia superado en 3 o 4 oportunidades, y no era para menos, porque la oportunidad la merecìa con creces, aunque no obstante pienso que especialmente en esta ocasión, yo la merecía mas que el.
Despues, muchas actitudes de la gente aquì presente desde las tribunas, porque jamàs oì ovacionar a un perdedor, y esto no me lo va a quitar Malichev, que tuvo junto a mì, con las palabras justas en el momento critico, hicieron las veces de sedante, porque hasta cierto punto, logrè tragarme un bocado tan duro y amargo.
Ahora, son las 3 de la madrugada y estoy solo en mi habitaciòn. Han pasado 20 mnutos de la pausa anterior en la que estuve hincado sobre la màquina de escribir divagando un poco.
La pucha que bravo es todo esto Malichev. Te juro, no sabès como quisiera volverte a correr ahora mismo y borrar . . .borrar todo el dìa de ayer”.

ALBERTO DEMIDDI.

ENTRENAMIENTO.

Despues de una cruel jornada,
donde las tentaciones se apagan,
no existen sonrisas, ni tristezas, ni palabras,
solo una caìda mirada y la necesidad urgente de una cama.

El pensamiento desplaza al sueño,
son imágenes que acontecen en interminable video.

Veo y reveo cada escena,
la miro desde todos los àngulos,
desde arriba, de frente, de costado.

Observo cada detalle fìsico y tècnico,
entreno la largada, 5 a 10 remadas.
Me detengo, y repito una y otra vez el movimiento.
Paso a remar en largo, busco comodidad y velocidad,
trato que el bote deslice mas y mas.

Ensayo cantidad de remadas por minuto,
concentrando hasta donde estiro los brazos,
aprovechando fuerza en piernas,
el corazòn trabajando en su màxima potencia.

Analizo metro a metro los trayectos en el agua,
me obsesiono como si fuera a ir a las olimpiadas.

Las luces se apagan, ya es de mañana,
hay que llevar este sueño a la pràctica..

Gabriel Alto Caldirola

FILOSOFIA

En el lecho de un sol radiante,
o en un dìa triste de invierno,
el single, duende de remeros,
se desplaza como rompecabezas de nubes libradas al azar en el cielo,
como lluvias de hojas en otoños amarillentos, revoloteando por el viento

La resistencia a la velocidad està dotada de crueldad,
el menor tiempo, es una eternidad,
no hay lapso para descansar, en la muerte se podrà,
bendita sea, si remando me viene a buscar.

Lujuria eròtica recorre el torrente sanguìneo,
fluyendo por la piel,
adrenalina y testosterona.

Se revolucionan vitaminas y proteìnas,
el pensamiento se anula,
no hay bien, no hay mal,
enmudece la poesìa,
desaparecen astillas de melancolìa,
noches de alcohol, mujeres y algarabia se mantienen viva,
las neuronas pasan a ser órganos de utilerìa.

Los relieves del ser en acciòn,
son una perfecta lecciòn de anatomìa,
mùsculos que héroes de la mitologìa envidiarìan,
venas y nervios, un mapa de geografìa
resultado de erupciones volcànicas,
de sensaciones retenidas,
tierra fèrtil, si uno de estos se convierten en cenizas.


Al romàntico le prueba su hidalguìa,
Al frìo, le retuerce su soberbia y altanerìa,
al optimista lo derriba,
el precio del triunfo, es el dolor y la agonìa.

El aire que milagrosamente se cuela por fosas nasales
es el amor y la pasiòn, que dirige a la embarcaciòn a la conquista.
Belleza y felicidad, caracterizan esta filosofìa.

Gabriel Alto Caldirola

VOCES.

Cuando se nace, abuelo, abuela, mama, papa.
Se crece a la par, con la palabra amistad, o soledad,
se aprende en escuela, y luego en la facultad.
al enfrentarnos a la adversidad suenan voces de aliento que no se pueden olvidar ,
como cuando empecè a remar mi eterna felicidad.

Gabriel Alto Caldirola

TIRAR.

Tirar . . .
Tirar piernas, brazos y espalda hacia atràs,
no importa el dolor, la fatiga, el rival, tirar para llegar,
para hacer de este mundo una eternidad,
tirar para avanzar, olvidar y volver a empezar, sin miedo, sin piedad,
y al ir hacia delante, abrir los brazos sìmbolo de la libertad,
vibrar, brillar, volar . . . remar

Gabriel Alto Caldirola

PREGUNTO

Ganar, ¿para que ganar?,
si la vida, ganando o perdiendo sigue igual,
como si el mundo fuera a cambiar, es un momento nada màs, basta disfrutar, gozar,
sintiendo el bote, con quien hay una simbeosis espiritual, deslizar.
emociòn que no se puede explicar.

Gabriel Alto Caldirola

TRIBUNA.

Brama el cielo, el sol, deja todo lo que estaba haciendo, y espera atento.
Las estrellas se hacen invisibles, y la luna ocupa un lugar de privilegio.
La mùsica emite destellos, la pintura, dibuja su cuadro màs bello.
Los santos, se ubican en la largada, en la llegada, o en el medio, por si los necesitan los valientes remeros.
Los sentimientos, llegan vestidos con su mejor atuendo, emociones apuestan para ver quièn llega primero.
Las montañas piden no ser visitadas para acudir al evento,
los planetas se juntan para ver los soberanos ocho largos.
Aguas esperan para dar comienzo, el clima es tenso, se respiran nervios.
¡Silencio¡; se detiene el universo. ¡Atentos¡ . . .
Se larga una competencia de remos.

Gabriel Alto Caldirola

MOVIMIENTO.

Corro, pedaleo, escribo, remo.
Voy como Don Quijote, tras laalucinaciòn de los molinos de viento.

El remo no es un juego,
es un duelo de titanes, botes y hombres,
a ver quièn llega primero,
o al que le duele menos el cuerpo,
El alma no tiene relevos por el intermitente movimiento.
se pierde a la vida el respeto.
No basta el entrenamiento,
todo no sirve para supremo esfuerzo,
ardiente orgasmo con una mujer de fuego.
Musculosos motores de seis y ocho cilindros
en carreras de Turismo de Carreteras rugiendo, bramidos de trueno,
la piel emite destellos,
sudor de sudores de mares turbulentos.
La conciencia compite con la esencia,
o se toma, o se deja,
o el triunfo o la pereza,
pasiòn o tibieza,
lucha o indiferencia,
olimpo o cavernas, (a veces hacen falta para recuperar fuerzas).
Remar . . .
Mèritos que hacen pilotos de autos o motocicletas de carreras intrépidos,
pilotos de aviones en el cielo,
desocupados desesperados por llevarle a la familia el sustento,
mèdicos salvando a niños enfermos.
hombres y mujeres que trabajan la tierra con esmero.

Gabriel Alto Caldirola

FILOSOFIA

En el lecho de un sol radiante,
o en un dìa triste de invierno,
el single, duende de remeros,
se desplaza como rompecabezas de nubes libradas al azar en el cielo,
como lluvias de hojas en otoños amarillentos, revoloteando por el viento

La resistencia a la velocidad està dotada de crueldad,
el menor tiempo, es una eternidad,
no hay lapso para descansar, en la muerte se podrà,
bendita sea, si remando me viene a buscar.

Lujuria eròtica recorre el torrente sanguìneo,
fluyendo por la piel,
adrenalina y testosterona.

Se revolucionan vitaminas y proteìnas,
el pensamiento se anula,
no hay bien, no hay mal,
enmudece la poesìa,
desaparecen astillas de melancolìa,
noches de alcohol, mujeres y algarabia se mantienen viva,
las neuronas pasan a ser órganos de utilerìa.

Los relieves del ser en acciòn,
son una perfecta lecciòn de anatomìa,
mùsculos que héroes de la mitologìa envidiarìan,
venas y nervios, un mapa de geografìa
resultado de erupciones volcànicas,
de sensaciones retenidas,
tierra fèrtil, si uno de estos se convierten en cenizas.


Al romàntico le prueba su hidalguìa,
Al frìo, le retuerce su soberbia y altanerìa,
al optimista lo derriba,
el precio del triunfo, es el dolor y la agonìa.

El aire que milagrosamente se cuela por fosas nasales
es el amor y la pasiòn, que dirige a la embarcaciòn a la conquista.
Belleza y felicidad, caracterizan esta filosofìa.

Gabriel Alto Caldirola

SOY

Soy popa, soy proa,
soy strok, soy bao, soy ambos,
soy un marino cordillerano.

Llevo engendrado el espìritu de aquellos corsarios,
remando un bote delgado,
que es la tanga excitante de una mujer,
si hablamos de barcos.

Un bote cuyo motor, es el corazòn y la pasiòn,
que se desliza al andar,
como la vocecita de mi hijo hacia mi alma cuando me dice. PAPA.
como las caricias y besos de una amante de verdad,
como la libertad de un Còndor al volar. (Quien dijo que en el cielo no hay vida),
como los poetas volcando sus letras yendo al màs allà .

El lago, principal escenario de un teatro,
donde danzan remos cortos y largos,
posada de amores clandestinos y apasionados,
conocedor de mis secretos, futuros, presentes y pasados,
ùnico lugar donde disfruto encerrado,
alejàndome de la sociedad del asfalto y molestos semàforos.

Un lago que es para los botes,
como el cielo para los poetas, aves y aviones.

Lago de las cuatro estaciones:
Otoño, cuando la vida và refrescando, su naturaleza se và mimetizando,
sin dejar de conservar ese cautivante encanto.
Invierno, llega su merecido descanso, solo vamos los que lo necesitamos,
refugio de deportistas, amigos y enamorados,
Primavera, el despertar de una obra de arte puesta en escena,
invita, llama, espera.
Verano, la fiesta ha comenzado, nos regocijamos sintiendo su espìritu perfumado,
escuchando sinfonias de silencios y voces de los pàjaros.

Se baja el telòn, descansan las embarcaciones,
en oscuros pasillos, iguales a mausoleos o panteones,
pero son el lecho de ángeles, de sublimes y fuertes emociones.

Gabriel Alto Caldirola

REFLEXION

¿Que tendràn estos seres de carne y hueso,
que se deleitan con el dolor para llegar primeros?,
¿Que hay de placer en el sufrimiento?,
¿no hay demasiados en la vida,
que nos caen de arriba?
¿Cuál es el apuro en llegar, con el corazòn y mùsculos a punto de estallar?
y la obsoleta realidad de avanzar para atràs,
¿No es demasiado esfuerzo, para no ganar dinero, siendo el deporte màs completo?

El remo es anónimo para los pobres,
demasiado para los ricos, porque requiere excesivos sacrificios,
Como sea, el remo es un deporte para elegidos.

Gabriel Alto Caldirola

REGATA.

Concierto de emociones,
carrera de botes,
orquesta sinfónica de voces,
donde unos piantados, con gestos desorbitados,
ejecutan instrumentos apasionados,
moviendo brazos como un motor diesel, vibrando,
abriendo la boca como dinosaurios.
Asì son los remeros queriendo ganar en los lagos.

Especìmenes humanos, que en cada remada
dejan su alma en el agua.
Agua podrida, que es bendita,
porque es la aristocràtica alfombra roja,
o un edén patagònico por donde el bote transita,
este enjambre de seres tranquilos, tras un mismo objetivo,
hacer del remo un idilio, y magnos amigos
que por el esfuerzo en solitario o compartido,
no se asemejan a ningún partido de equipos,
tal vez la nataciòn, el ciclismo, el atletismo,
deportes superlativos.

Gabriel Alto Caldirola

WINNIPEG.

Hoy me emocionè,
vì lo que alguna vez quise sentir,
lo que alguna vez quise vivir.

Hoy me emocionè, vì remo en la tv,
disfrutè, me posesionè, gritè, sufrì, llorè,
me subì a una nube, volè . . .

Sentì el fierro, que son los nervios del remero,
y la transpiraciòn y el agotamiento,
al ver pasar las palas por el agua,
llenas de pasiòn y sentimiento.

Vì mùsculos reìrseles al miedo,
y a una selecciòn Argentina de remo,
imponer respeto,
demostrando como se gana de huevo.

Vì atletas de verdad,
esos que entrenan sin pausa, sin piedad,
anònimos, sin prensa,
solo con responsabilidad, sacrificio, humildad.

Vì màquinas de carne y hueso con alma de remo gritar,
eran gritos de garra, de gloria, de felicidad.

Eran corsarios de corazones de acero,
a la “celeste y blanca” defendiendo,
y el oro y la bandera argentina elevar al cielo.

Y decirles a un paìs entero, y sobre todo a los medios,
¡despierten¡ ¡estos son sus remeros¡.

Gabriel Alto Caldirola

EL SEÑOR DE LA FOTO

Cuando los recuerdos golpean las puertas de la infancia,
en suspiro de nostalgia,
una foto aparece en una pàgina.

¿Quién es?. Preguntè al abuelo.
Alberto Demiddi,.con lágrimas respondiò el viejo,
nuestro Campeòn del Mundo de Remo.

Me decìa todo, . . emocionado lo abracè y le dì un beso.

Quedè mirando esa foto que me impactò,
pasò por mi cabeza,
terminò en mi corazòn.

No era una foto de Hercules, Sansòn,
Superman, Batmàn, o personajes que escapaban de la realidad,
tenìa un poco de ellos, pero era un hombre de verdad.

En mis juegos de niño, no encontraba mi lugar,
no me gustaba el fùtbol, ni atajar, ni patear,
o a un aro de basquet embocar,
ni siquiera cuando tenìa educaciòn fìsica en la escuela, podìa disfrutar,
aquella foto, me decìa “Quiero remar”.
el viejo me alentaba, ya vas a llegar.

Al notar mi entusiasmo
Papà me llevò a ver una regata.
Yo, Saltaba, gritaba, viendo
como luchaban esos gladiadores de agua,
en esas barcazas.

Un buen dìa un muchacho, llamado Guillermo Pedernera,
un ìdolo con todas las letras,
me enseñò a remar,
al subìr al bote, lloraba de felicidad.

Hasta que un dìa, corrì una regata por primera vez,
triunfè, y de aquella foto me acordè.

Cuando bajè del bote, en medio de aplausos,
el viejo me vino a ver,
le dije te voy a presentar a alguien,
me preguntò ¿quien es?
Era el señor de la foto

Gabriel Alto Caldirola

REMO

Remo, remo, remo . . .
Remo hasta agotar mi deseo,
remo con el alma y el sentimiento,
hasta que mis mùsculos,
agonicen deshechos.

Remo aunque mi piel sea carne viva,
por las ampollas en manos y dedos.

Remo desde los calores ardientes de verano,
hasta las temperaturas bajo cero,
desde las mañanas anaranjadas de destellos,
hasta que las estrellas se posen en el firmamento.

Introduzco las palas de los remos,
que son como alas acariciando el agua,
viendo como la popa avanza,
mientras brazos, piernas y espalda,
trabajan como màquinas.

El bote, esa maravilla sencilla se desplaza,
como un pàjaro en pleno vuelo,
como un aviòn en el cielo,
o un delfìn en el ocèano.

Remo, sintiendo que huyo de la realidad a un mundo perfecto,
donde no hay hambre, donde no hay guerras,
el de la paz, el de los poetas y los versos.

Y cuando corro por los cerros,
y cuando con mi bicicleta hacia las alturas trepo,
al entregarme al sublime placer del sexo,
o escribiendo, tambièn remo,
porque lo llevo en el pensamiento.

Remo para que el día de mañana,
cuando padre, cuando abuelo,
relatar historias que no son imaginarios cuentos,
destinados a dar sanos ejemplos ,
a generaciones a través del tiempo.

Remo un bote de competencia,
o un simple bote de paseo,
remo como puedo,
aùn cuando duermo,
porque remar,
es, fuè y serà un sueño.

Gabriel Alto Caldirola

SUEÑO

En una imaginaria regata, donde no hay en juego,
ningùn premio, ni ninguna medalla,
solo el divino placer de una vivencia postergada,
el remero viejo, vuelve a su idilio después de un forzoso exilio.

El escenario;Un lago callado, triste y desapasionado,
que extraña a una generaciòn y su afectivo contacto,
y que con ellos añora, èpocas de gloria.

Entrada en calor, nervios en acciòn,
silencio . . . , concentraciòn.

El juez de largada grita; ¡ATENCION!

El corazón del remero es el motor del “Flecha de Plata”,
acelerado por Don Juan Manuel Fangio.

La autoridad, dà la segunda orden;¡LISTOS¡.

Por dentro de èl, circula una ruidosa adrenalina,
que es la turbina de un aviòn,
yendo a defender la soberanìa Argentina en Malvinas.

El Arbitro, da la ùltima orden; ¡PARTIR¡.
baja la bandera y se pone en funcionamiento la lancha.

El bote se despega del agua,
es el salto de Michael Jordan, en una volcada.

El bote cae, no hay tregua, el remero es pura entrega.
su cabeza no piensa, su cuerpo es una màquina de velocidad y de hacer fuerza.

En cada remada deja lamentos de una realidad golpeada,
escrita en un libro llamado Bitàcora.
En cada remada deja,
rabia de nostalgia, remando hacia el mañana.
en cada remada deja, su alma, y sacrificios de horas incontadas,
sacrificios que no perdonaron, veranos, ni frìos.

Parece que lo alcanzan, el se apura, pero lo pasan.
No se desmoraliza, la regata es larga, el aguanta.
Aunque vaya perdiendo se siente seguro en el agua,
sabe que no hay nada tan bello, como lo que està haciendo.

Sus mùsculos dicen basta, sus ganas permanecen intactas.
Quiere llegar, pero su yo dice;¿para que?,
si aunque parezca una guerra esto es paz,
1esto es libertad¡.

Falta poco para finalizar,
su “Angel timonel guardiàn”, le dice;
1levantando . . ., va¡.

Agotado, extenuado, y como puede respirando,
sus piernas, columna, y brazos, se retuercen, pero a la vez lo engrandecen,
sus dientes se apretan, y sus ojos se cierran, agonizando
¿hasta donde puede llegar el lìmite del esfuerzo humano?,
el sigue “tirando”, dando espectàculo.

Se vienen los ùltimos cien metros,
hay hambre y sed de gloria en el remero,
que cruza la meta priemero,
y elevando los brazos, y de dolor llorando,
agradece al cielo,
que desde allì habìa una tribuna que lo estaba siguiendo.

Cuando baja del bote, no es màs que el despertar de un sueño, que pasò a un recuerdo.

Gabriel Alto Caldirola

DESVELO

Ocurriò en un lugar de mi cerebro,
en una noche de desvelos,
cuando el pensamiento quiso
que tomara un par de remos.

A pesar de estar còmodo en mi lecho,
en el delirio comencè a remar,
me fuì a un mundo de fantasìas y paz.

Imaginè corriendo una regata en una olimpiada,
con el tema musical de la pelìcula,
“Carrozas de fuego”,
de la hazaña de la medalla dorada ser el dueño,
no importando si en el intento muero,
la ilusiòn del festejo, con vino patero,
la alegrìa de un pueblo.

Despertè, queriendo soñar de nuevo


Gabriel Alto Caldirola

MISTERIO. (Al N5, a la L1, al U1 y U4)

Algunos siempre en el alma te llevaremos,
para otros, no seràs màs que un recuerdo.

Para algunos seràs el cielo,
para otros el infierno.

Para algunos un sentimiento,
para la mayorìa un aburrimiento o un simple hecho.

Fuiste una necesidad de transporte en tus comienzos,
un elemento de tortura en crueles tiempos.

El progreso te fuè dividiendo,
por un lado los de paseo, un poco quietos,
por el otro,
los de competencia, ràpidos,
con armoniosos movimientos.

Estos eran una obra de arte de madera,
de los que ahora pocos quedan,
lo nuevos, un paraìso para los que reman.

Desplegando alas en el agua
en un andar tranquilo, o sin piedad,
un viaje a la aventura,
o sudor y làgrimas al ganar.

Amor no platònico, si verdadero,
rozando los lìmites de la locura por lo extremo,
que exprimiendo cuerpos,
lo hace único frente al resto.

Basta de suspenso,
es que con el me deleito,
esto es para vos amigo bote, y por supuesto,
para mi querido deporte, EL REMO.

Gabriel Alto Caldirola

Querido Árbol

Tal vez no te halles por ningún lado,
y en algún lugar estés sepultado,
o tus restos se encuentren abandonado,
lejos de tus amigos los pájaros,
pero yo jamás te he olvidado.

Porque fuiste mutilado,
y de tu madera, (tu esencia),
Botes con remo se fabricaron,
que me hicieron tocar el cielo con las manos.

Vaya querido árbol, si nos vieran hablar,
me llevarían a un neuropsiquiàtrico.

Como te decía, de vos hicieron una embarcación,
dueña de ríos y lagos,
y por vos nacía el remo,
un deporte de iluminados.

Algunos de ese deporte abusaron
y con el tiempo lo ignoraron,
o pasó a ser cosa del pasado,
yo aunque me ausenté por un periodo largo,
soy su eterno enamorado.

Ese deporte que dejó huellas que me marcaron, por los dolores causados,
porque deja músculos extenuados,
y a pesar de ello, diò robustez a mis piernas y brazos,
para abrazar a un ser querido, o admirado,
amigos, con el que compartimos éxitos y fracasos,
mi hijo, un bello milagro,
un niño, un abuelo desamparado,
un amor encontrado.

Ese deporte que gracias a ese àrbol,
me hizo un tipo apto para vencer cualquier obstáculo,
o para adaptarme a situaciones límites que van en contra de lo planeado,
un poeta inspirado. . .Todo por ese viejo àrbol.

Gabriel Alto Caldirola

ODA A LA IMPOTENCIA.

Vos por fuera del lago,
ellos sobre el lago,
vos mirando lo que alguna vez,
fuè tu escenario, de duelos encantados,
ellos remando.

No es asì,
pero imaginàs que te estàn mirando,
ellos haciendo lo que pueden,
vos envidiando.

No es asì, pero sentìs que te estàn buscando,
vos querès guerra,
ellos estàn preparados.

Y sentìs que el tiempo ha pasado,
pero que tu vida no ha terminado,
que querès estar dentro de ese lago
que tantas satisfacciones te trajo,

Un bote, esa obra de arte màs bella que un auto,
como un corazòn enamorado
como un hijo a la salida del trabajo,
como el pan de los necesitados,
te està esperando.

Gabriel Alto Caldirola