jueves, mayo 12, 2005

TRIBUNA.

Brama el cielo, el sol, deja todo lo que estaba haciendo, y espera atento.
Las estrellas se hacen invisibles, y la luna ocupa un lugar de privilegio.
La mùsica emite destellos, la pintura, dibuja su cuadro màs bello.
Los santos, se ubican en la largada, en la llegada, o en el medio, por si los necesitan los valientes remeros.
Los sentimientos, llegan vestidos con su mejor atuendo, emociones apuestan para ver quièn llega primero.
Las montañas piden no ser visitadas para acudir al evento,
los planetas se juntan para ver los soberanos ocho largos.
Aguas esperan para dar comienzo, el clima es tenso, se respiran nervios.
¡Silencio¡; se detiene el universo. ¡Atentos¡ . . .
Se larga una competencia de remos.

Gabriel Alto Caldirola